Add parallel Print Page Options

Abías cometió todos los pecados que su papá había cometido antes de él. Abías le fue infiel al SEÑOR su Dios, no era como su abuelo David, quien había sido tan fiel. Sin embargo, en honor a David, el SEÑOR su Dios le permitió a Abías reinar en Jerusalén, tener un hijo y dar seguridad a Jerusalén. David siempre hizo lo que el SEÑOR quería, obedeciendo siempre sus mandatos. En lo único que David no obedeció fue en lo relacionado con Urías el hitita.

Read full chapter